Saltar al contenido →

Categoría: Tendencias

El boom de la literatura de fantasía homosexual

Puede que la literatura fantástica y de ciencia ficción sea el género literario en donde un autor pueda hacer el mayor uso de su imaginación. Porque todo está permitido, ¿no es así? No puede haber ningún cortapisa a su creatividad, pues todo lo que salga de su mente se puede aceptar, ya que no estamos en el mundo real. Cierto que ha sido esa gran licencia literaria la que seguramente no le ha dado al género la seriedad e importancia que en realidad tiene; aunque crear mundo paralelos, futuristas, fantásticos o distópicos con sentido no debe ser cosa sencilla. Pero ahora, tras el auge que está teniendo este tipo de literatura, no se puede cerrar los ojos a la realidad, ni seguir fingiendo que la temática scifi no tiene un público multitudinario y fiel.

Ciertamente, este auge se ha producido de una forma curiosa, porque no solo ha gustado la ambientación fantástica; muchos lectores y lectoras se han vuelto locos por la aparición de personajes queer, que han dado lugar a ciertas tramas secundarias en las que el amor, y el sexo homosexual, han sido muy importantes para la trama principal. ¿Y qué digo secundarias? Eso era antes, cuando todo lo que tenía cierto tufillo LGTBI se relegaba a un plano menos visible. Muchos de los aficionados a la literatura fantástica, y además homosexual, se han llevado una grata sorpresa.

En este mes del Orgullo gay, es una verdadera satisfacción el poder decir que se hace literatura de ciencia ficción para gays, lesbianas, transexuales, y toda la diversidad que se quiera englobar dentro del colectivo. Y no solo es que sea exclusiva para ellos, eso cerraría muchas puertas; es que se ha conseguido que estas tramas protagonizadas por personajes de distintas opciones sexuales hayan tenido éxito, a su vez, en el público heterosexual. Esto es importante, porque ya vivimos esta tontería cuando el porno gay se hizo tan accesible gracias a la pornografía online; y muchos cortos de mente podían calificarte de homosexual solo porque ver a dos hombres follando, o dos mujeres, te resultara excitante. Superada ya esta barrera, y reconociendo que el sexo gay o el sexo lesbianas puede gustarte a pesar de ser hetero, es un alivio no tener que pasar por esto una vez más cuando se trata de literatura.

¿Por qué ahora este interés por protagonistas literarios que son abiertamente homosexuales? Es de suponer que se trata de la convergencia de varios factores, donde seguramente la visibilidad del colectivo LGTBI sea la más importante; y también, por suerte, una apertura de mente del público, más interesada en conocer la historia y sus escenarios que en preocuparse por la sexualidad del personaje o personajes principales. Todo está bien si la trama se sostiene, si eres capaz de creerte su desarrollo, y la época o el entorno donde esté situada (fantasía, otros planetas, cielo e infierno, vampiros, cambiaformas…). Y no es una valoración al aire, ni una impresión: toda una marabunta de autores y autoras con obras ambientadas en mundos fantásticos y con inclinaciones claramente homosexuales que venden miles de libros y tienen millones de seguidores lo avalan.

Pero, como digo, la cuestión no es hacer literatura de temática LGTBI para personas LGTBI; lo difícil es hacer que el público que se considera heterosexual, o incluso el de otra inclinación sexual que no sea la retratada en la obra, se identifique con ella, y disfrute del relato sin importar la sexualidad de los personajes. Quizá todavía no esté conseguido del todo, lo mismo que no a todo el mundo le gusta el gay porn, ni siquiera si se es homosexual; pero puede que el que lo normalicemos sea un paso más grande del que nos imaginamos.

Comentarios cerrados

Libros mitad fantasía, mitad realidad

Es un hecho que la literatura fantástica y de ciencia ficción está pasando por una nueva época de auge, gracias a su despliegue en los nuevos medios como internet y las redes sociales, y también a su adaptación a la televisión, con series como Games of Thrones o The Witcher. Gracias a estas series, sus fans se han vuelto a la fuente original, buscando las sagas literarias que les han dado vida, lo que ha resultado en un incremento de lectores aficionados a este tipo de literatura.

Pero como no sólo de fantasía vive el hombre, no hay que olvidar que, en realidad, el género ha tenido que adaptarse, e introducir en sus historias elementos nuevos que atraigan al público que podría encontrarse en el siglo XXI. Por ejemplo, no es extraño encontrar historias futuristas o de corte distópico que resultan ser tramas de suspense, de misterio, e incluso románticas; es lo que se lleva, pues en la actualidad la tendencia a la literatura que es capaz de mezclar varios géneros en sus argumentos es cada vez más común, y mejor aclamada por el público (aunque a veces no sea así por la crítica). Y como elementos más recientes, nos encontramos con la literatura lesbica y gay, como un reflejo más de la nueva sociedad en la que vivimos.

Los amores homosexuales están de moda, y sacándolos del cine porno, se puede decir que hasta este momento, a finales del siglo pasado y durante estos veinte años, nadie se había atrevido a plasmarlos tan claramente como ahora (claro, sin hablar de los medios o los géneros exclusivos de este género). Había que ver pornografía explícita en cualquiera de sus formatos para descubrir historias de homosexuales, ya fueran hombres o mujeres; o, si hablamos de literatura, acercarse al género erótico para que alguien escribiera como de pasada alguna con este tipo de argumento. Sin embargo, parece que la llegada de internet empezó a hacer un cambio en todo esto, y pasando de las webs porno donde además de videos xxx se podían encontrar relatos eróticos sexual, también se empezaron a ver en cine y televisión algunas escenas homo de alto contenido sexual. Y el arte de la literatura no se quedó atrás, ya que se empezó a escribir historias del género romántico y erótico que eran exclusivamente de índole LGTB; así, los gays y las lesbianas follando ya no eran algo exclusivo de la pornografía, sobre todo de películas, videos y fotos, dejando la puerta abierta a lo que iba a ocurrir a continuación.

Y lo que ocurrió fue, poco a poco, otros géneros literarios de ficción empezaron a incluir en sus historia elementos de la erótica homosexual, haciendo que esto se convirtiera en algo común. Ahora, en cualquier novela de corte futurista o fantástico, no es extraño que se recurra a una historia de amor o de sexo, y cada vez es menos extraño que esa historia sea de corte gay o lesbico. El mezclar varios géneros literarios en uno se está volviendo una tendencia, y claramente está dando muy buen resultado, porque se puede ver el auge que cierta clase de literatura, como de la que se ocupa este blog, está volviendo a tener. Porque los universos alternativos y los futuros distópicos están muy bien, pero si se echa mano de las fuerzas que han movido el mundo desde que es mundo, todo se vuelve mucho más interesante, ¿no crees?

Muchos autores poco acostumbrados a escribir escenas románticas, eróticas o directamente sexuales han expresado su dificultad a la hora de narrar esta situaciones pero, la verdad, parece que le van cogiendo el tranquillo. Otros piensan que hacer estas cosas desvirtúa los géneros literarios, sin que puedan tener unas características definidas. ¿Qué opinas tú? ¿Eres un lector de líneas puras, o más bien te van las historias eclécticas? La elección está en ti.

Comentarios cerrados